miércoles, 2 de julio de 2008

la carretera

durante toda una semana soñé con el fin del mundo. y eso que aún no veo la pela de la que mi jefa no se cansa de hablar. que las muertes fueron horribles, dice. en realidad tal vez ni la vea. todo lo que podía imaginar de algún próximo fin, incluyendo mi paranoia de que ya se va a acabar el agua (y a veces x las mañanas se me da por verla con tristeza, corriendo aún libre en la ducha), todas esas terribles imágenes de peleas por las últimas gotas, o todos esos sueños de aventuras en las que uno tiene que aplicar las clases de supervivencia y algunas enseñanzas vistas en Lost y en MacGyver, todo todo todo eso lo viví con La carretera, de Cormac Mc Carthy.

angustia? desesperanza? miedo al futuro? (cuál?)


sí, todo eso sentí al leer la pequeña novela en la cual un padre y su pequeño hijo son de los pocos que han logrado sobrevivir a sabe dios que desastre gigantesco que ha arrasado con todo a su paso. algunas noches los árboles son arrancados de raíz de su sitio y remueven la tierra con sus caídas. el cielo está cubierto de ceniza, intoxica. el mar alguna vez fue azul y tuvo peces. el frío no cesa y no hay zapatos. todo eso mezclado con los recuerdos del mundo que conocíamos y que ahora es difícil tratar de describir al pequeño que camina agotado y famélico a nuestro lado, atravesando la costa en búsqueda de un lugar que aún quede en pie y sin amenazas.


el resto de la gente? mejor ni preguntar. ni por los que se fueron ni por los que quedan. ya no sé que es peor. me gustó engancharme a la carretera. si es que luego me quedé con la impresión de que el escritor también se asustó y quiso acelerar el final de tanta desgracia, pues ni me importó. lo vivido en el trayecto estuvo bueno como para revolverme el sueño unos días después. lo logró.

1 comentario:

Martín dijo...

Miedo al futuro? (Cuál?)

¡Coño! Luego de eso cualquier cosa que intente decir me sonará estúpido.