martes, 29 de julio de 2008

como somos

todos tenemos parientes, tenemos
todos por algo lloramos, lloramos
somos de una vida corta, sabemos
todos siempre nos buscamos


mi primer día de vacaciones me tomó por sorpresa en medio de un velorio, buscando sabe dios que cosa entre los muebles, los arreglos florales y la mirada de un par de chicas que tampoco entendían lo que estaba pasando. una mezcla de desconsuelo y un grito desde mi propio cajón, sáquenme y sáquenlo de aquí. tengo por costumbre no acercarme a los féretros, pero esta vez necesitaba algo real. sacarme de la cabeza esa canción de piero que dice que todos nos hacemos viejos y la muerte pasa a ser un recuerdo. hoy han pasado tres días y aún no lo creo. pero ya no duele. es un recuerdo, así como verlo bailando feliz junto a la barra, pidiendo jarras de cuatro en cuatro, cuidándonos a todas, receloso de sus amigas más cercanas. siempre peinado y oliendo riquísimo. apuesto que estará así por siempre. y entonces el que cambia no es el que se va. los que cambiamos somos nosotros. porque con cada uno que se va, se nos va una pieza. y nos deja cada vez más desarmados. menos de lo que solíamos ser. y no es el otro el que está encerrado en una cajón, alejándose. no, no es el otro.


sabemos que eras feliz y te tomó por sorpresa.
descansa donde estés R.

1 comentario:

Martín dijo...

Y en cada una de esas muertes uno va muriendo un poco más hasta que ya no te queda de otra que terminar de moirte por fin llevándote un poco de cada uno de los que estuvieron cerca.