lunes, 28 de julio de 2008

llovía y la plaza mayor me pareció otro planeta

eran las cuatro y pico am. habían comido esos brownies rellenos en casa de Sal, su mejor amigo de la infancia. no querían que la noche terminara y conversaron infinitas tonterías, dejándose enredar por la madrugada entre las calles vacías de Lima un 28 de julio. llovía demasiado para ser Lima. partieron con una caja de sangría en la mano. reían de todo, saltaban entre los charcos, chapoteaban un poco el adormilado corazón. sin darse cuenta llegaron al centro de la ciudad. se sentaron en las escaleras, se mojaron el culo y ya eran las seis am y los vendedores y carros empezaban a desperezarse. le dio su chompa para que le abrigara el trasero. cantaron "passenger" de iggy pop por las calles. no querían que acabara. la lluvia era densa, les pesaba en las pestañas. fumaron un poco mirando un letrero que decía Desamparados. reían y expulsaban el humo, los brazos cruzados, las rodillas dobladas. los cabellos húmedos pegados a la cara. tiritaban. le tomaba fotos invisibles, se creía dueña de la esquina, protagonista de alguna revista europea. Desamparados. tomaron un expresso en El Cordano, la lluvia seguía. acariciaron con la mirada cada detalle imperfecto de sus rostros. se acercó a su oreja y le dijo algo en francés que no logró entender bien. luego le devolvió su chompa, se exprimió los cabellos en la taza, se dejó empapar otra vez en el umbral de la salida. nunca volteó.

No hay comentarios: