lunes, 24 de noviembre de 2008

sudar palabras

casi siempre me han pedido que actúe de mi edad. que tienes tantos años y tantos otros y actúa como eso. y me he negado. que mierda tiene de malo sacar el niño de adentro? no lo sé. tengo fiebre intermitente hace más de una semana. ondulante dijo el dr. y, espero no quemar más neuronas, pero hoy no le he dicho a nadie que no he querido tomar una fuckin panadol para bajarla. ya llegué a 39 y me importaría un carajo que llegue a 40. hoy quiero alucinar. toda la tarde lo he hecho.


por un momento quise echarme en brazos de la clo y llorar como una niña. no sé porque pero me sentí sola. yo tenía fiebre, me sentía mal y el mundo seguía girando. como dice loriga, las luces se seguían apagando y encendiendo con o sin mi. que algunas de las cosas que me pasan no son justas. pero por algo serán. que no soy un roble. que tengo miedo y quizás la fiebre es lo que me sale porque no me atrevo a llorar. el dr. de la clínica me ha preguntado que es eso que tengo en el cuello y le pregunté hace cuanto que no lee el principito. dijo que recordaba la boa y que yo le hacía recordar a sus amigos alemanes.


el otro día, sin fiebre, caminaba con clo por conquistadores y vi tres nubes. la primera tenía forma de elefante con la trompa hacia arriba. era de noche, el cielo estaba azul oscuro y las nubes parecían muñecos de árbol de navidad. lo puedo jurar, pero la semana pasada le dije a d. que no crea tanto en los escritores. felizmente la clo estaba de testigo. la segunda nube era un conejito pequeño, hecho bolita, con las orejitas hacia atrás. como los que vomitaba el hombre de carta a una señorita en parís. la tercera nos cagó más aún el cerebro. un pato salvaje, fue el más definido. gritamos como locas. apuesto que uds tampoco lo creen.


en el camino de regreso de la clínica he discutido con mi hermana, será la vez número 8000 tal vez. siempre digo que no dejamos de pelear desde que le salieron los dientes y aprendió a patear. hasta mis 9 años no sabía que tenía una hermana. o no lo quería aceptar. en fin. quiso putearme por temas de mi opción sexual, claro, sin mencionar ni una palabra exacta del tema. le dije que no era ni un 1% de su incumbencia. dijo que entonces mejor me hubiera recogido otra persona.


ya en casa he querido descansar pero ha llegado mi tía a decir que porque no la llamo para ir conmigo al dr. y que no le eche llave a mi cuarto porque esas chapas chinas son malas. 30 años. 39 de fiebre. cuando tenía 6 años me rompí la barbilla jugando a las encantadas. a mi madre no le gustaba que jugáramos porque era malo sudar. era malo tener heridas y marcas. lo único que quería, ahora entiendo, era no perdernos porque ya no podía soportar ver más bebés muertos. cuando llegué a mi casa con la barbilla parchada como papá pitufo se lo conté a mi tía y me prometió no contarlo. al final del día no sólo me dolía la barbilla.



entonces he decidido sacar a pasear eternamente al niño, la niña. verán que uno se tiene que recursear y tratar de entender de buen humor el lenguaje de cada persona, el mecanismo del mundo, cabalgar la casualidad. uno nunca sabe lo que quiere la gente. pero tal vez yo si sepa que quiere la fiebre de mi.

jueves, 6 de noviembre de 2008

olvidos de palo, olvidos de astilla

a las 4:47am, hace 9 minutos, llamó mi hermana a decir que ya lo había encontrado. su voz era serena, así que descarté las ideas de atropello, robo y algo que tuviera que ver con sangre. cuando él ha entrado por la puerta con la concha más grande del mundo sólo me he parado con rocco en los brazos a verle la cara. esa cara que hace tiempo no desconocía. esa cara que tanto me costó a ver de nuevo familiar. otra vez había vuelto a no ser él.


mi viejo, a un día de irse de viaje por un mes, ha aprovechado que mi mamá también está de viaje para irse a chupar hasta olvidarse que existimos. uno piensa: las tarjetas, el carro. yo pienso en peperas, distracción, olvidos. inevitablemente ha sacado a flote mis peores recuerdos de niña y adolescente. esos que uno quiere enterrar para ser feliz al fin. ha destapado todos aquellos momentos en los que tuve que ver esa cara. todos los gritos, los golpes, las noches de incertidumbre y angustia de mi mamá. luego la mía, la de mi hermana, cuando ya sabíamos qué pasaba.


luego vienen a mi mente las mismas preguntas de siempre...qué es lo que quiere olvidar? ya se le habrá olvidado que es lo que quiere olvidar? le gusta jugar al gato y al ratón con la muerte en el carro, viendo triple y durmiendo sobre el volante, sin saber si va o si viene...sabe si quiera adónde quiere ir?
algún día me pasarán todos estos olvidos a mi?

cuando la gente dice que somos como dos gotas de agua, irónicamente quisiera decir que somos dos de alcohol. yo no quisiera hacer sufrir a nadie y luego intentar repararlo con palabras durante el resto de mi vida. yo no quiero tener tu edad y olvidarme, como un chiquillo de 20, mira que divertido, que en una casa me estan esperando. pero ahora, mirando como el cielo limeño pasa de negro a índigo y añil, te confieso algo. me da miedo ser como tú. ser, a la vez, igual de bueno pero idiota. igual de tierno pero desgraciado. igual de responsable pero inconsciente. igual de amable pero frívolo. tenerlo todo y echarlo por la borda.

no papá, yo te adoro, pero ojalá que nunca sea como tú. aunque en el fondo sepa que es casi irremediable, porque ya lo soy.