domingo, 20 de abril de 2008

hace unas semanas me caí en un hueco. ahora que lo pienso, fue algo así como un presagio. todos los días uno aprende algo, o en el peor de los casos, recuerda algo útil. los domingos parecen haber sido hechos para recordar o extrañar o para rascarse la pena con las uñas y hacer la herida más grande. el clima en lima empieza a cambiar. la vida, mi vida, parece un círculo, una capicúa, un eterno retorno al centro de la estupidez. nihilismo. vuelvo a la nada y me parece algo normal en mi. hoy he comprado 38 películas clásicas. tengo más de 45 libros nuevos. tengo una nueva lista de pedidos para la farmacia. y esta semana calculo que tendré unas nuevas botas de suela ancha y punta de hierro para caminar en este otoño, este invierno. me estoy abasteciendo para cuando llegue el momento de encerrarse, de asegurar más las puertas. que lo único que pase a través de ellas sea el viento. esta vez prometo que nadie va a ingresar. uno se reinventa y nunca deja de repetir detalles que nos aferren a nuestra esencia. es la única forma de anclarse a la tierra un domingo. pensar que mañana es lunes, ¡y cómo odiamos los lunes!, pero como amamos que con trabajo-noticias-stress y otras mierdas sociales y mediáticas tapemos todo el dolor que un domingo nos da. hace unas semanas caí. y no dejo de caer.

No hay comentarios: