las balas siempre son de verdad
siempre son de verdad martín. no hay bangs ni crash boom, ni nada parecido. te llevaron lejos y a mi me dejaron tan cerca a tu dolor. y el de marco, que aún no se entera, que aún sigue luchando. siempre son de verdad martín, y podría apostar que hubieras dado más que la vida que ya diste para que tu padre no siguiera en esa sala tan fría. te debo todo el cuidado hacia mi abuela, toda la humanidad depositada en nuestras callecitas chalacas tan pobres y tan melancólicas, y te debo la fe que aún les tenías. porque te confieso que yo se las perdí hace bastante. siempre son de verdad martín, y tú fuiste tan verdadero como pudiste ser. si, si, ya se, la rabia, la cólera de perderlo todo, pero míranos, y míranos bien. te perdimos. y tú eras ese todo, y esa era la única verdad.
esa, y la de que las balas, martín, siempre son de verdad.
adiós martín, 10 junio 2004, día tan gris en Lima.
in memoriam.
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