martes, 9 de septiembre de 2008

mi noche del oráculo


me había emocionado leyendo la noche del oráculo de paul auster. estaba súper entretenida y decidida a terminarlo antes del 18 de setiembre, fecha clave en la cuál sydney orr, el protagonista, compra un cuaderno azul en una tienda china y vuelve a escribir luego de haber pasado en cama mucho tiempo por una rara enfermedad.

encontré la noche del oráculo en una tienda de discos y libros en bogotá, mucho más barato de lo que cuesta aquí en lima, luego de tres años de querer comprarlo y leerlo. por eso lo consideraba especial, entre otras cosas. también porque sydney orr encontraba ese cuaderno azul en donde volvía a escribir, y, casualmente o no, yo tenía mi libreta moleskine de seda azul en donde escribí más de un año mis ideas. otra vez, casualmente o no, libro y libreta se fueron con mi maleta perdida. más de una vez he huido al parque que está detrás de mi centro de labores (q huachafa) y me he sentado a disfrutar con cada una de las casi 80 páginas que alcance a leer. me faltaron unas 130. no sé cuanto tiempo habrá de pasar para volver a entretenerme así, sobretodo porque una vez que se me ha perdido un libro pienso que es porque no era momento de leerlo. y me da miedo.


la noche del oráculo es una historia dentro de una historia que está dentro de otra historia. sydney orr acaba de sobrevivir a una enfermedad y escribe sobre un editor que decide dejar toda su vida atrás para empezar una nueva porque un día doblando una esquina casi le cae una gárgola de piedra encima. el editor lee un libro que le entrega una chica guapa, las memorias de una niña sobre su padre vidente, que se suicida tras tener la última de sus premoniciones. la tercera historia.


y entonces, escribiendo yo la historia de alguien en mi cuaderno azul, fue que me empecé a sentir la historia que alguien más escribe. el pánico duró dos días. luego me robaron la maleta.

2 comentarios:

M.A.B.E dijo...

a mi me daba miedo leer the catcher in the rye, porq tb sentia q no me lo debia comprar...q ya iba a lelgar, hasta q un dia tomas lo compro y me lo presto...y bueno de ahi lo robe...hasta ahora lo tengo...shhh!!!

no decir dijo...

Sabes? Eso me pasó con "Sobre Héroes y Tumbas", de Sabato. y es que a veces, cuando los libros te encuentran y no tú a ellos, se disfrutan más.
Saludos,
D