sábado, 30 de agosto de 2008

renuncia

nunca han sentido ese extraño llamado de irse a la mierda instantáneamente? eso de cuando en un minuto todo va bien y al siguiente todo está lleno de mierda. como una vez que fuimos de caminata a Huaraz y yo corría por el campo, feliz de no ver ni una sola alma, protegida por los nevados y el cielo azul, y de repente zas! me caí a un hueco lleno de lodo (espero que eso fuera) hasta los hombros. así parecen estar las cosas desde hoy.

no sé que quiere la gente. realmente no lo sé. tal vez porque ni yo misma sé que quiero. la acupuntura, la homeopatía, la terapia, las pastillas, lo que aspiras, lo que te pinchas, lo que fumas, lo que tomas, lo que comes.... si es que uno se esfuerza poco, muy poco, uno sólo se llena de mierda.

cuando estaba llena de mierda, hasta el cuello o los hombros, seguía riendo. por fuera uno sólo contempla las cosas. cuando estas dentro te quieres salir, pero por mientras, la cosa te sigue pareciendo divertida.

nunca terminarás de saber que es lo que espera la gente de ti. como dice esa cionca de seru giran, "te doy dios, quieres más... nena nunca te voy a dar lo que me pides". la gente al parecer quiere que sangres y te despellejes por ella. sonrías o no, ese no es su problema. seas feliz o no, tampoco les importa. to bleed or not to bleed.


cómo quisiera que vuelvan esos días en los que no tenía nada más que hacer que esperarte salir de la universidad, sentada en la veredita con mi cerveza, sólo para verte pasar y que me sonrieras sin que aún te supieras mi nombre. las cosas parecían entonces un gran problema. ja.

nunca sabré lo que la gente espera de mi. tal vez sea porque no soy de esas que se entregan 100% a lo humano. yo me entrego a las palabras. renuncio al resto.

2 comentarios:

Erika Almenara dijo...

Suficiente. Say no more.

no decir dijo...

hoy ha sido un día extraño.
de esos.